¿Que hacemos con el riesgo operativo?
La administración de riesgos es más antigua que la propia regulación en México, durante décadas el sector financiero ha hecho importantes esfuerzos por tener atendida y mitigada esta área de especialidad, principalmente para cumplir con la regulación y algunas cuidadosas entidades con un enfoque más profundo. En esta última década como sector, país e incluso de manera global hemos enfrentado importantes crisis que han puesto a prueba nuestro talento, inventiva, creatividad e incluso nuestra capacidad de recuperarnos ante diversos asuntos que causan miedo en la población. Pero la pregunta es: ¿después de tantos años como hemos evolucionado en esta materia? ¿Que hemos perfeccionado?, si bien cuando hablamos de una población, en este caso la población son las entidades financieras mexicanas, todo se debe tratar en términos estadísticos, se menciona lo anterior porque hay muchas entidades que desde los accionistas hasta la administración tienen una profunda conciencia del significado de estas herramientas y han hecho un colosal y respetable trabajo al respecto, pero hoy no nos centraremos en ellos, porque de alguna manera tienen resueltos pilares de sus exitosos negocios, los que los pone en ventaja y seguramente seguirán siendo exitosos, por su visión estudiada, integral y de avanzada.
¿Qué hacemos con el riesgo operativo?
Por otro lado, ese grupo de entidades en realidad son la excepción, porque el resto tiene mucho por hacer, primero para lograr abrazar la importancia con un nivel de conciencia superior y técnicamente estudiar y profundizar en la materia, de otra manera jamás se podrá tener la recompensa de generar visibilidad de los beneficios, quitarse los pensamientos de verlo como un mal necesario, o como responsabilidad del titular de riesgos y unos cuantos más, también hay asuntos que causan interferencia y los distraen, como las tendencias del sector, la digitalización, la virtualización, el blockchain, las Apps, los nuevos participantes, nuevos productos y negocios, etc. causales contextuales que causan ansiedad de estar en “la jugada” o permean la idea de que si no hablan o conocen esos temas, son obsoletos, por tanto, terminan presionándose y redireccionan la atención de los miembros de su entidad a los asuntos en boga y a lo que las pautas mediáticas, redes sociales y líderes de opinión marcan como actualidad, en una especie de “clan thinking”.
Entonces, ¿Cómo podremos retomar tan relevante tópico?, sin que sea presión regulatoria solamente, y las entidades realmente vean el valor de crear y mantener un modelo de Riesgo Operativo que contribuya a mantener el control de la entidad, de saber que hacer, de ¿cómo recuperarnos en situaciones de crisis sin improvisar?, estamos avanzando a pasos agigantados en las tendencias, pero dejando de un lado especialidades muy añejas y que además pudieran convertirse en un obstáculo sumamente relevante al momento de continuar con nuestras tendencias, estamos confiando mucho en los proveedores globales de infraestructura estandarizada, y por cierto estamos concentrando a millones de empresas clave en ellos, en la credibilidad de que nunca sucederá nada.
Sin duda las interrogantes son muchas, lo principal es alertar a todos los profesionistas que no es un asunto a ignorar porque es más tendencia y llama más la atención saber de blockchain o de inteligencia artificial, estamos dejando en el abandono los asuntos fundamentales que pueden lograr que justamente todas esas tendencias se simplifiquen, que nuestras inversiones sean menos fuertes y más controladas, un claro ejemplo, en menos de 4 años la naturaleza nos ha demostrado que no tenemos el control y que somos realmente vulnerables, en nuestro caso, tuvimos un devastador sismo en el 2017 y una pandemia global que todavía no concluye, ambos eventos de dimensiones catastróficas y justo es ahí donde interactúan, todas esas disciplinas que todavía en muchas entidades al abordar el tema algunos funcionarios te miran con escepticismo e incredulidad, ¿que tiene que ver continuidad con seguridad y con riesgo operativo?, desde ahí percibes que, no estamos preparados para poder articular estos relevantísimos tópicos, que requieren toda la inteligencia de las instituciones, tiempo y un trabajo serio, o te encuentras con trabajos muy conceptuales, con fuertes áreas de oportunidad en conocimiento y método.
Las reacciones no se dejan esperar y las respuestas tampoco, “eso no aporta al negocio”, “eso puede esperar”, pero examinando otro caso específico, estos son asuntos que por ejemplos son requisitos para poder funcionar como participantes del sistema de pagos ante nuestro Banco Central, y que en muchos casos por no querer invertir en estas metodologías, lo resumimos a tercerizar un contrato donde pagamos cuotas en dólares cuando pudieran ser centavos de pesos y dar servicio a terceros exponenciando el negocio, y que además accedamos a beneficios como disminuir las comisiones de nuestro negocio, tener visibilidad y control del negocio de inicio a fin; hay mucho riesgo en no saber, en realidad en ocasiones desconocemos que diversos terceros, también tienen una operación frágil, o por el contrario que están instalados en una postura de invulnerabilidad, lo cual también es incorrecto, ya que a la misma velocidad o más rápido, existen inteligencias dedicadas de tiempo completo a resolver como acceder a datos o información de alto valor, creo que muchos recuerdan la frase “too big to fail” y con eso saben a que nos referimos, eso no es más que el anuncio y formulación de un futuro incidente, esos son los asuntos donde se recomienda pongamos atención y donde tendremos una repercusión muy positiva en nuestro negocio y que para cerrar, sí significa negocio.
Así como el ejemplo anterior existe una larga lista de beneficios que las instituciones pueden tomar en cuenta, la reflexión que está en el aire mediante varias interrogantes es ¿como aumentar el awarness?, ¿como lograr que todos los funcionarios relevantes patrocinen e inicien ese proceso de cambio?, que, por otro lado, se realicen las inversiones pertinentes para habilitar a su personal y que realmente tomen acción.
Al final del día, la intención es hacer un llamado a la industria que los negocios, las ideas, la tecnología debe seguir su paso y que también la lucha por participar en el mercado cada vez será más creativa y competitiva, que los avances también continuarán siendo tendencia, pero que los asuntos fundamentales también son estratégicos y merecen ser atendidos, aunque no sean glamorosos o tendencia.